Pasos para alcanzar la felicidad
La felicidad como tal no existe,
lo sabemos, pero sí se puede alcanzar un estado similar. ¿Qué hay que hacer
para alcanzarla? Seguir unas sencillas pautas, nada del otro mundo. Puntos que,
si se cumplen a rajatabla, te permitirán aproximarte a ese estado que es la
felicidad.
La felicidad. Un estado, una
sensación, incluso una canción. ¿Recuerdas a Palito Ortega, Pablo Milanés o a Raffaella Carrá? ¿Y a
tanto otros que han cantado a esa hermosa sensación? La felicidad. ¿Quién no
quiere ser feliz? Cualquiera. Y tú también puedes serlo. ¿Cómo? Siguiendo una
serie de pautas que te permitirán alcanzar ese estado. Hablamos de cosas
factibles, nada de quimeras.
¿Te gusta hacer deporte? Siete
minutos al día bastan para que seas un poco más feliz. Running, bicicleta, piscina… ¿Sabías que el deporte es una buena
terapia para combatir la depresión, dan esa sensación de libertad asociada a la
felicidad? Únele a eso dormir, pero dormir bien. Algunos estudios sostienen que
quieren duermen mal tienen mayor tendencia a recordar con intensidad los
efectos negativos y a olvidar los positivos. Y si al sueño le añades unas gotas
de humor, unas sonrisas al día, mejor que mejor.
La felicidad también va asociada
a otros condicionantes como pasar más tiempo con la familia y los amigos. Suena
a Perogrullo, pero cuando alguien cercano se muere lo primero que se dice es el
tiempo que no se aprovechó para estar junto a esa persona. Interactuar con quienes
nos aprecian revierte en nuestro estado de ánimo, y si se trata de ayudarlos,
más. Ver a los amigos, a la familia, también implica salir más a la calle,
tomar aire fresco, pasear. Al menos veinte minutos al día te vendrán de fábula.
Y si veinte minutos no te parecen suficientes, planea un viaje. ¿Por qué? Algún
que otro estudio asegura que el mayor pico de felicidad se experimenta mientras
planificas el viaje en sí, incluso más que durante el mismo viaje. La excitación
de lo nuevo, sus detalles.
Y otros detalles más que pueden
hacer que seas más feliz, como mudarte cerca del trabajo, lo que te librará de
atascos, de estrés, y redundará en una mejora de tu calidad de vida, y por lo tanto,
te hará más feliz. Igual que agradecer a todos aquellos que hacen algo por ti
cada detalle, cada atención. Aunque no lo creas, eso mejora tu estado de ánimo,
te hace sentirte útil.
Y cuanto más en práctica pongas
estas pautas, más feliz serás. Así te verán tus amigos, la gente que te rodea,
tus compañeros de trabajo…
¿Quieres o no quieres ser feliz? Puedes. O, si quieres, podemos ayudarte a conseguirlo. Sobre todo, en el trabajo.
FUENTE: El
Confidencial
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